Por la tarde, su padre, que era taxista, le llevó a Xátiva, un excepcional pueblo de Valencia. Cuando Maxi vio donde estaba, se extrañó mucho que su padre le trajera a ese extraordinario lugar. Fueron a un exclusivo restaurante donde se comieron hasta el plato. Después de desayunar, siguieron su extraño camino, al menos para Maxi.
Llegaron a una excelente mansión gigante, donde estaban su madre y sus mejores amigos esperándolo delante de la exagerada puerta. Todos se alegraron de ver la expresión de felicidad que dibujaba su cara. Cuando se fijó más, vio que su madre llevaba una cosa alargada en el brazo y era, ¡un saxofón nuevo! Lo exploró por dentro y por fuera, era el mejor regalo que le habían hecho en su vida. Fue el mejor cumpleaños de su vida.