Autor: Charles Chaplin.
Resumen: Charles Chaplin tuvo todo tipo de trabajos. Entre trabajo y trabajo, se dirigió a la agencia de Blackmore.
La primera vez que fue, había un montón de actores y actrices que iban de etiqueta y con la ropa limpia e impecable. Se sentó en un banco de por ahí con nervios y mucha timidez, ya que, a diferencia de los demás actores, tenía el traje raído y los zapatos desgastados. De vez en cuando, salía un joven de la oficina destrozando los sueños de algunos actores diciendo:
- No hay nada para ti, ni para ti, ni para... ti.
Se quedó solo, sin nadie a su alrededor. Cuando el joven le vio, se detuvo de repente.
-¿Qué haces aquí, chico?¿Qué quieres?
¿Tienen papeles para niños?
El joven le condujo a una oficina y apuntó su nombre y su dirección y dijo que si pasaba algo, le avisaría. Un mes después, recibió una nota para que volviera a la agencia Blackmore. Le dirigieron hasta Blackmore, el jefe de la agencia. Blackmore le entregó una nota que tenía que entregar al señor Halminton. Le sorprendió el hecho de que fuera tan joven. Mintió con su edad y dijo que tenía catorce en vez de doce años que tenía en realidad. Dijo que en cuarenta semanas podría salir en Sherlock Holmes, pero mientras tanto, había un papel para él. El señor Halminton llamó a todos sus empleados para que lo admiraran. Luego, el señor Halminton le dio una nota para dársela al señor Saintbury. Lo mismo sucedió allí. Llamó a todos sus empleados para que le admirasen otra vez. Le dio un papel de uno de los personajes más importantes. Se dirigió a su casa pensando en que había pasado de una vida de pobreza a una vida llena de fama.
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